Es un medio de comunicación Cristiano, sin fines de lucro, que comunica las 24 horas del día la esperanza del Señor Jesús al mundo y edifica a los salvos. Dios sostiene este ministerio radial a través de ofrendas de personas e instituciones que desean ser parte del cumplimiento de la gran comisión dada por el Señor Jesús a su Iglesia.
MISIÓN:
Proclamar La Palabra de Dios con Su pasión, a través de los medios de comunicación a
fin de presentar el evangelio de Jesucristo a los no salvos y edificar y fortalecer a
los que han puesto su fe en Él.
VISIÓN:
Comunicar de manera eficaz el mensaje de Dios a través de los medios de comunicación en
todas las ciudades y plataformas que Dios nos conceda.
Somos una familia espiritual que buscamos glorificar a Dios fundamentándonos en la Palabra de Dios.
Es por eso que
expresamos lo que creemos en esta declaración doctrinal.
• Creemos en la inspiración plenaria y verbal de los 66 libros del Antiguo Testamento y del Nuevo
Testamento que son
la Palabra del Dios viviente, sin error en los manuscritos originales. Son también la autoridad
suprema, suficiente
y final en todo asunto de fe y práctica. 2 Ti. 3:16-17; 2 P. 1:21; 3:16; Jn. 14:26; 16:12-13; 1 Ti.
5:18.
• Creemos que hay un solo Dios que existe eternamente en tres personas: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo. Cada
una de estas tres Personas posee la misma naturaleza y los mismos atributos y perfecciones de la
Deidad. Dt. 6:4; 1
Ti. 2:5;1 Co. 8:6; 1 Ti. 1:17; Jn. 15:26; Mt. 28:19; 2 Co. 13:14.
• Creemos en la Deidad de Jesucristo, su nacimiento virginal, su perfecta humanidad, su vida sin
pecado, su muerte
sustitutoria, su resurrección corporal, su ascensión. Él es el único camino de salvación de nuestros
pecados y el
único mediador entre Dios y los hombres. Mt. 1:18-20; Lc. 1:35; Jn. 1:1-14; 1 Ti. 3:16; Heb. 7:26;
Jn. 14:6; Hch.
4:12; 1 Ti. 2.5.
• Creemos en la personalidad y la deidad del Espíritu Santo quien convence al mundo de pecado, de
justicia y de
juicio. El Espíritu Santo regenera a cada creyente de una vez y para siempre, lo bautiza en el
cuerpo de Cristo, lo
sella, habita permanentemente en él y lo capacita para vivir en santidad y servir. Los dones del
Espíritu Santo
capacitan al creyente para el servicio y la edificación del cuerpo de Cristo. Creemos que los dones
señal, como
lenguas y sanidades milagrosas, fueron dados solamente en la era apostólica proveyendo revelación y
autenticando el
ministerio de los apóstoles, y ahora no están vigentes. Jn. 16:7-11; Ef. 4:30; Ro. 8:9; 1 Co. 12:13;
Gá.
5:16.
• Creemos que el hombre fue creado a la imagen de Dios y por un acto directo de él, y retiene esa
imagen después de
la caída. Adán pecó y como resultado incurrió en el castigo de la muerte física y espiritual,
quedando de todos esta
manera separado de Dios. Todos los seres humanos están totalmente depravados y son culpables delante
de Dios nacen
con una naturaleza pecaminosa y son responsables de sus pensamientos, palabras y hechos. Gn. 1:26;
Ro. 3:23; 5:12;
6:23; Gá. 5:17-21.
• Creemos en el sacrificio vicario y expiatorio de Cristo al morir en la cruz. Con base en el
derramamiento de su
sangre, su resurrección corporal y su ascensión a la diestra del Padre, él provee salvación para
todos y es el
Salvador de todos los que creen. Él está ahora en el cielo como intercesor y abogado a favor de los
creyentes. 1 Ti.
2:6; 1 P. 3:18; 1 Co. 15:3-6; 1 Jn. 2:1; Heb. 7:25.
• Creemos que Dios salva a los pecadores sólo por gracia por medio de la fe solamente en Cristo.
Cada persona que
recibe al Señor Jesucristo por medio de la fe, aparte de cualquier obra humana, es declarada justa
ante Dios con
base en el sacrificio de Cristo. Es nacido de lo alto y llega a ser un hijo de Dios creado en Cristo
Jesús para
buenas obras. Todos los redimidos son guardados eternamente por el poder de Dios. Jn. 1:12-13; Ro.
3:21-28; 8:1,
29-30, 34; 2 Co. 5:17; Ef. 2:8-10; 1 Jn. 5:11-12.
• Creemos que la iglesia universal es el cuerpo de Cristo, y está compuesta de todos los verdaderos
creyentes desde
Pentecostés hasta el Arrebatamiento. Jesucristo es la única cabeza de la iglesia. La iglesia local
es una asamblea
de creyentes bautizados, liderada por pastores y servida por diáconos, es independiente y gobernada
congregacionalmente, teniendo comunión con otras iglesias de la misma fe y práctica. La iglesia
local es responsable
de cumplir la Gran Comisión; observar las dos ordenanzas del bautismo y de la Cena del Señor;
fomentar la verdadera
comunión, la oración y la adoración; edificar y equipar a los creyentes; y evangelizar al mundo.
Creemos que el
único modo del bautismo es por inmersión; que el bautismo es sólo para creyentes; que es un
testimonio de su
identidad por fe con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo; y es un prerrequisito para la
membresía en la
iglesia local. Creemos que la ordenanza de la Cena del Señor es únicamente un memorial de la muerte
de Cristo, y que
el cuerpo y la sangre de Cristo no están presentes en el pan y la copa. 1 Co. 12:13; Ef. 1:22-23;
Hch. 1:6; 2:41;
11:15-16; Mt. 28:19-20; 1 Co. 11:23-25.
• Creemos que el Señor vendrá por segunda vez en forma inminente, personal y corporal. Él vendrá en
las nubes para
llevar a su iglesia antes de la tribulación, y después vendrá a esta tierra en la gloria de su Padre
para establecer
su reino milenial. Creemos en la distinción entre la nación de Israel y la iglesia que es el cuerpo
de Cristo
bautizado por el Espíritu. Hch. 1:11; Jn. 14:3; 1 Ts. 4:15, 17; Ap. 3:10; 11:15; 19:11-16; Dn.
2:44.
• Creemos en la resurrección corporal de los muertos: justos e injustos. Los primeros son para
bendición eterna y
los últimos para perdición eterna. Los que mueren en Cristo pasan inmediatamente a la presencia del
Señor, y sus
cuerpos serán levantados en el día de la resurrección. Jn. 5:28-29; 1 Co. 15:51-52; 2 Co. 5:1-8;
Fil. 1:23; Ap.
20:11-15.